Italia, ese país que enamora con su rica historia, su deliciosa gastronomía y sus paisajes de ensueño, tiene muchos tesoros escondidos que esperan ser descubiertos. Uno de estos lugares mágicos es Spoleto, un encantador pueblo situado en la región de Umbría, en el corazón de Italia.
Historia de Spoleto
Spoleto tiene sus orígenes en la prehistoria y ya en el siglo XII aC hubo asentamientos aquí, como lo atestiguan también los descubrimientos realizados en el centro histórico. Su posición dominante, en la colina de Sant'Elia, le permitió prosperar ya durante la Edad del Hierro y pronto se decidió fortificar la ciudad mediante murallas ciclópeas de piedra caliza que datan del siglo V a.C.
Convertida en colonia romana, pasó posteriormente a los lombardos y luego a los francos, pero fue durante el Renacimiento cuando la ciudad de Spoleto pasó de ser un centro puramente estratégico, debido a su posición, a un centro cultural también gracias a la fundación de la Accademia degli Ottusi que se ocupaba (y todavía lo hace) de la promoción de la investigación histórica, científica, artística y humanística en la ciudad a través de donaciones, cursos, talleres y encuentros.
¿Dónde está Spoleto?
Spoleto es parte de la región Umbría, una región muy medieval de Italia que vale mucho la pena visitar. El pueblo está a más de 60 kilómetros de Perugia, y se encuentra en la misma provincia. Spoleto fue construido en la cima de la colina de Sant'Elia, al pie de Monteluco. El centro histórico de Spoleto es, por tanto, un continuo altibajo y alcanza un nivel medio del mar de 396 metros.
Hace varios siglos, este territorio formaba parte de un gran lago, conocido como lacus Umber, que acabó seco en la época medieval, también gracias a obras de saneamiento. Por este motivo, la zona también se conoce como el valle de Umbría.
Qué ver en Spoleto
Visitar el centro histórico de Spoleto es una gran experiencia y, a pesar de estar situado en la colina, no resulta tan agotador gracias a las escaleras mecánicas que recorren la cima de la colina y que dejan pasar a muchos turistas cada día.
Entre las cosas que no hay que perderse al visitar la ciudad se encuentran sin duda su fortaleza con el puente de las Torres que está justo a lado, parte de un antiguo acueducto, la espectacular catedral, los antiguos restos romanos esparcidos por la ciudad y las bonitas callejuelas del casco histórico.
Rocca Albornoziana
Tan pronto como llegues al pueblo no podrás dejar de notar la fortaleza de Albornoz que domina todo el centro histórico de Spoleto. A pesar de su posición elevada, no será difícil llegar hasta allí, tomando la sucesión de escaleras mecánicas que suben por toda la colina de Sant'Elia.
La Rocca Albornoziana se encuentra justo en la última salida de las escaleras.
Esta fortaleza fue encargada por el Papa Inocencio VI como sistema para fortalecer el poder de la iglesia en los territorios del centro de Italia y hacerlo más evidente. De hecho, la fortaleza forma parte de un sistema de fortificaciones del que representa el mayor baluarte y fue erigida con motivo de la restauración de Roma como sede papal, después del intervalo en Aviñón, Francia.
La fortaleza tiene una forma regular marcada por torres esquineras que se levantan sobre la estructura formada por dos bloques: el patio de Armas, destinado a albergar las tropas, y el patio de Honor para los gobernadores de la ciudad. No es casualidad que este último patio esté rodeado de otras estructuras y edificios que permitieron alojarse aquí y que acogieron, además de los principales poderes de la ciudad, también a algunos papas como Bonifacio IX y Nicolás V, pero también a Lucrecia Borgia, hija ilegítima. del Papa Alejandro VI.
Ponte delle Torri
Paseando por la fortaleza de Albornoz no se puede dejar de fijarse en el famoso Ponte delle Torri, símbolo de la ciudad de Spoleto.
Aún no está clara la época a la que se remonta, pero se supone que el aspecto que aún podemos contemplar hoy en día se remonta al siglo XIV, a finales de la Edad Media, y que fue construido sobre una estructura ya existente de la época romana. era.
El Ponte delle Torri formaba parte de un acueducto romano y actualmente cruza el curso del arroyo Tessino que, en la antigüedad, fluía mucho más en la superficie pero que a lo largo de los siglos ha seguido erosionando el suelo y elevando este puente hasta los ochenta metros. En el lado opuesto del puente hay una segunda pequeña fortaleza, llamada Fortilizio dei Mulini, que fue construida para proteger el puente y también fue utilizada como molino hasta hace un par de siglos.
Catedral de Spoleto
La visita a Spoleto definitivamente te dejará sin palabras cuando te encuentres en la Piazza del Duomo. Esta plaza tiene una forma muy particular: una larga y ancha escalera parte del centro de la plaza y se extiende en dirección opuesta a la catedral. Al darte la vuelta verás la catedral del pueblo, que también puedes ver desde arriba. Un verdadero espectáculo.
La catedral de Santa Maria Assunta tiene orígenes muy antiguos: de hecho, fue construida entre mediados del siglo XII y principios del siglo siguiente sobre un edificio religioso ya existente que data del siglo VIII.
Los interiores, de estilo barroco, se caracterizan por tener planta de cruz latina, dividida en tres naves en las que se suceden seis tramos.
También son dignas de mención las capillas que se suceden en las naves laterales y en el crucero de la catedral de Spoleto.
Teatro Romano
Es sorprendente cómo puedes encontrar un antiguo teatro romano en un pueblo tan pequeño.
Su forma semicircular tiene un diámetro de casi 115 metros y data del siglo I a.C. Sin embargo, su historia es un poco convulsa, aunque todavía se utiliza para algunos espectáculos y críticas teatrales. De hecho, sufrió un desprendimiento de tierra provocado tras un terremoto que requirió su primera restauración.
Via di Visiale y Casa Romana
A un paso del Palacio Arzobispal encontramos a nuestra izquierda Via di Visiale, intercalada por varios pequeños arcos que conectan, sin paso de peatones, los edificios de enfrente.
En Via di Visiale se encuentra también la Casa Romana, una de las atracciones de Spoleto. Se trata probablemente de la casa más antigua de toda la ciudad y data del siglo I d.C. No fue descubierta hasta finales del siglo XIX, cuando se realizaron excavaciones en la ciudad que sacaron a la luz estos espacios.
Al entrar se pueden observar los suelos de mosaico originales y la estructura típica de las casas patricias de la época. Un pasillo conecta el espacio principal con el atrio, donde se ubica el impluvium con aljibe y el compluvium abierto al techo. En los laterales aún se pueden visitar salas secundarias, también dotadas de mosaicos. Los otros espacios que hay que ver son el tablinum, o sala de recepción de la casa, el triclinium, colocado de forma elevada y decorado con frescos que se conservan en parte, y el peristilo, o el jardín con un pórtico del que se encuentran algunos fragmentos de columnas.
Naturaleza y alrededores
La región de Umbría goza de un paisaje muy verde y montañoso.
Spoleto está rodeada de una naturaleza exuberante, que ofrece paisajes de rara belleza y numerosas rutas para practicar senderismo o ciclismo. Entre ellos, la Via di Francesco, un itinerario espiritual que atraviesa algunos de los paisajes más evocadores de Umbría, siguiendo los pasos de San Francisco de Asís.
En los alrededores de Spoleto merecen una visita algunos pueblos ricos en encanto e historia. Montefalco, conocido como el "balcón de Umbría" por su posición panorámica, es famoso por la producción de Sagrantino, un vino tinto robusto apreciado internacionalmente. El pueblo también alberga el Museo de San Francisco, donde se pueden admirar obras maestras del Renacimiento de Umbría.
Qué comer en Spoleto
Spoleto ofrece productos auténticos y de alta calidad, como vino, aceite de oliva, trufa negra, pasta casera, pan y aromáticas hierbas silvestres. Estos productos, combinados con tradiciones antiguas, forman la base de la cocina de Spoleto, que se expresa a través de recetas refinadas pero al mismo tiempo robustas y completas.
La protagonista indiscutible es la trufa negra, la preciada seta subterránea presente en los bosques cercanos a Spoleto.
El aceite de oliva virgen extra de Spoleto, producto DOP, tiene un sabor afrutado y especiado, que hace que cada plato sea delicioso, especialmente las sopas y los guisos.
Las zonas montañosas que rodean Spoleto son ricas en pastos, lo que permite la producción de leche de vaca y oveja de alta calidad. Entre los quesos cabe mencionar el pecorino de Umbría, fresco o curado, caracterizado por un sabor muy intenso y ligeramente picante, y la ricotta, muy ligera, con la que también se pueden preparar sabrosos platos dulces.
Cómo llegar a Spoleto
Spoleto no tiene un aeropuerto y el aeropuerto más cercano es el de Perugia, que está a 60 km del centro de Spoleto. La terminal está conectada con los autobuses Umbria Mobilità, que salen coincidiendo con vuelos que tardan aproximadamente 1 hora y 30 minutos en llegar a Spoleto. Alternativamente puedes alquilar un coche.
También es posible llegar a Spoleto en tren con conexiones directas desde Roma y desde Milán.
