Cada vez que vuelvo a mi tierra me gusta descubrir lugares diferentes, a pesar de conocer muy bien los alrededores de mi pueblo (Mazara del Vallo). Siempe que viajo a Sicilia no pierdo la ocasión para visitar el pueblo de Scopello. He ido a Scopello muchisimas veces y este lugar me fascina eternamente por su belleza.
El lugar se encuentra en el oeste de Sicilia, a pocos kilómetros de Castellammare del Golfo (otro pueblo encantador). Scopello, del siglo XVII, está situado a unos 40 kilómetros de Trapani.
Buen comer, cultura, historia y mar. Hay muchas razones por las que merece la pena pasar unos días en Scopello, para tener la oportunidad de descubrir su fantástica Tonnara, los dos Faraglioni (pilas) y el Baglio.
Scopello ofrece uno de los paisajes más fascinantes de todo el oeste de Sicilia.
A continuación un pequeño video con la vista hacia los Faraglioni:
La historia del pueblo
El primer informe escrito sobre Scopello es de 1097, con su nombre griego, luego cambiado en época romana y normanda. Fue en este último período cuando se construyó el antiguo baglio. El baglio es una antigua casa de campo donde vivían los campesinos y los terratenientes. Un verdadero símbolo de Scopello.
El pueblo, tal y como lo podemos admirar hoy, es del siglo XVII y está compuesto por un baglio, una pequeña plaza con la Iglesia de Santa Maria delle Grazie.
Entre 1830 y 1859, durante el reinado de Fernando II de Borbón, Scopello y su bosque se convirtieron en coto real de caza. Los habitantes estaban tan unidos a los Borbones que durante la Expedición de los Mil liderada por Garibaldi (quienes echaron los Borbones) lucharon al lado de su rey contra los invasores. ¡Para que veáis cuando nace el amor de los Sicilianos hacia los españoles!
Con la unificación de Italia y la expulsión de los Borbones, Scopello y su bosque pasaron a Italia.
El mar de Scopello
Uno de los lugares más conocidos de Scopello es sin duda la antigua Tonnara di Scopello del siglo XIII.
La entrada a la Tonnara cuesta 10,00 € e incluye una visita guiada de unos 45 minutos que se hace en horarios establecidos, y el acceso a la playa de los Faraglioni. La Tonnara está abierta todos los días de 9.00 a 19.00 horas (en verano).
Frente a la Tonnara, dominando la bahía cristalina, se encuentran los Faraglioni (pilas) de Scopello, tres macizos rocosos que sobresalen del mar y están cubiertos por una densa vegetación mediterránea. En sus paredes rocosas habita la gaviota argéntea mediterránea. En esta bahía vale mucho la pena bucear un rato para apreciar la belleza del ecosistema marino.
Si os gusta tumbaros en la playa os aconsejo ir a la playa de Guidaloca. Una playa con piedritas y de agua cristalina. Además la entrada es gratuita. Eso si os aconsejo ir temprano para encontrar aparcamiento. Esta playa se encuentra en el trayecto de Castellammare del Golfo hacia Scopello.
Scopello está a lado de la Reserva dello Zingaro. Una area protegida costera de 7 kilómetros en donde poder hacer senderismo y bucear a lado de maravillosas bahías.
El pueblo
Lo que más me fascina de este pueblo es estar paseando en su plaza tan simple, tan bonita y que te traslada de repente a su época.
Lo que siempre hago es sentarme en el bar de la plazita, que ofrece todo tipo de postres, helados y tartas. Os aconsejo un buen granizado de limón o un helado de pistacho.
En el baglio se encuentra un impresionante y enorme árbol de eucalipto que da sombra a todos los restaurantes alrededor. La oferta gastronómica no falta en Scopello.
El Casale Corcella
En primavera decidí visitar Scopello y quedarme una noche en un lugar que me dejó sin palabras.
A 2 kilómetros de Scopello, subiendo una cuesta en coche, se encuentra el Casale Corcella. Este alojamiento hace casi 100 años era un refugio de avistamiento durante la segunda guerra mundial.
Marco Corcella, gestor del alojamiento, ha creado un lugar de estancia maravilloso. El desayuno en la mañana en la terraza es muy rico y variado (hay muchas opciones para los vegetarianos). La comida es de primera calidad y desde allí se puede apreciar una estupenda vista hacia todo el golfo di Castellammare.
Marco, demás de ser gestor de este paraíso, es apasionado de cultivo ecológico. Produce mermelada ecológica de naranja y limón que me hizo probar y casi me como todo el tarro. Os aconsejo pasar una noche en Casale Corcella para conectaros con la naturaleza y probar exquisiteces de Sicilia.
Pero, ¿qué pasa cuando Scopello queda lejos y el antojo por sus delicias culinarias persiste? ¡No te preocupes! En Annacari, traemos el sabor auténtico de Scopello directo a tu mesa. Nuestros productos sicilianos cuidadosamente seleccionados te permiten disfrutar de la esencia gastronómica de este hermoso lugar sin tener que viajar.
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